miércoles, 14 de febrero de 2018

Beloved Indeed



Que difícil luchar contra el destiempo, contra que todo sea perfecto pero que no sea el momento. Lo duro de querer amarte pero estar desencontrados,de buscarte en todos lados y no encontrarte en ninguno.

Hace un par de horas que me vengo peleando con las ganas de escribirte y la impaciencia de esperarte. Porque no quiero necesitarte pero lo hago. Tu humor irresistible y el recuerdo de tus ojos junto a tus manos recorriendo cada recoveco de mi cuerpo me persiguen sin descanso.

La montaña rusa que es tener la mano en la palanca y no saber si poner quinta a fondo o marcha atrás. Mejor dicho querer acelerar pero saber que es mejor retroceder. Lo intente, te juro que lo intente. Pero no puedo apretar el freno ahora que le agarre el gusto a la velocidad, a la adrenalina de no tener control sobre lo que siento. Cerrar los ojos y recrear la sensación de tu piel tocando la mía, quemándome segundo a segundo, centímetro a centímetro. Acariciarme la boca y que la suavidad de mis dedos refleje tus labios que se amoldan a la perfección con los míos.

Una vez me dijiste que uno se crea sus propias oportunidades, y por eso te fui a buscar. Te olvidaste de decirme que el destino maneja las consecuencias y que pocas veces se pone de nuestro lado.

miércoles, 24 de enero de 2018

Shooting sTAr



Creo que hay algo valiente y soberbio en llevar a cabo cosas o tomar decisiones frente a situaciones que desde el "vamos" uno sabe que están destinadas a terminar mal. Valiente porque uno decide arriesgarse aun sabiendo las consecuencias de hacerlo y soberbio porque a pesar de que todo indique que puede salir mal, uno siempre cree que tiene el poder de cambiar el curso de las cosas, del destino. 

Y quizá es cierto... quizá existe una fuerza más poderosa que el destino mismo y esta depende de nosotros. Si es así, todavía no encontré cómo manejarla, porque por ahora a mi las cartas me las baraja la vida y dudo tener la mano ganadora.

Querer y no poder, qué dilema que tengo con vos. Estar y amar el momento pero tener que atajar el corazón cada vez que se quiere escapar. Tener que cortarle las alas a las mariposas de la panza y pedirle a la piel que se erice menos. Cuidarse en sí, cuidarse de creer que uno es más inteligente y más fuerte que el amor, que se puede tener todo y después dejarlo así como si nada.

Por suerte me niego a creer que las conexiones son efímeras y sin sentido. Nada pasa porque si. Si sucede, conviene y si no conviene igual enseña algo. Y me conforta creer que algo me enseñaste, que no solo vas a ser una gran anécdota u otra página más de este libro.

Hay que saber disfrutar del momento,de poder mirar al techo y escuchar la orquesta del silencio de fondo para que después las risas suenen más fuerte y colmen la habitación de alegría.

Puede que todo esto sea corto y fugaz, pero al menos es. Eso en sí,el coincidir, tal vez sea suficiente.

22/03/21 Hace exactamente 6 meses que no escribo. La última vez que escribí también fue hablando de vos, pero honestamente las cosas eran mu...